Alimentarnos de forma consciente nos aporta una serie de beneficios:
- Escuchar los cuatro cuerpos: físico, mental emocional y espiritual
- Mejorar la relación con nuestro cuerpo
- Dejar atrás la lucha con la comida
- Disfrutar de la comida sin sentimiento de culpa
- Apartar la autocrítica constante y autoexigencia
- Aprender a tratarnos con bondad y compasión
- Saber elegir en cada momento qué alimentos son los más apropiados