¿Alguna vez te has encontrado resistencia en una persona cuando hablabais de espiritualidad? Es más, te hago otra pregunta, ¿qué es para ti la espiritualidad?. Ríos de tinta se han escrito hablando de todo esto, y aunque las cosas son tan complicadas o simples como tu decidas que sean, me quedo con lo más sencillo y elemental: El Cuerpo Espiritual es igual a la Conexión Contigo. Y el vehículo para emprender ese viaje se llama RESPIRACIÓN y la carretera ATENCIÓN PLENA, ¿lo habías pensado alguna vez? 😉
Los estudios acerca de Mindfulness y como nos cambia/mejora la vida, son infinitos, desde cambios en la morfología del cerebro hasta mejora del sistema inmunitario, para llegar a un estado de serenidad que nos permita elegir en nuestra vida e interacciones con los demás y no reaccionar. ¡Maravilloso! Y todos estos beneficios comienzan con la Respiración y la Conexión con nosotr@s mism@s.
Algo ocurre cuando, comienzas a sentir como el aire se desliza suavemente por tus orificios nasales, hinchando y deshinchando tu vientre, y lo conviertes en un hábito. Una puerta se abre dentro de ti mism@, no nos paramos habitualmente a sentir, las sensaciones del cuerpo, el estado de la mente o como nos encontramos emocionalmente. Algo tan sencillo y al alcance de tod@s, sin etiquetarlo mentalmente y sin juzgarlo. Solo la presencia en la experiencia.
Dando cabida a que todo suceda desde ti y en ti. Nada que ver con religiones, nada que ver creencias atemorizantes, solo nosotr@s, nuestra respiración y la elección de ser consciente de lo que pienso o siento y cómo y donde lo siento.
Y a esto, darnos el «sí quiero», a elegirnos, a sentir este amor propio por la maravilla de seres que som@s, hasta la última exhalación de nuestra vida.
Inhala, Exhala…
Feliz Domingo.