El Brillo Interior

Y, ¿si la vida fuese de disfrutar, aprender, y ser nosotr@s mism@s? ¡Qué maravilla!

Cuando nacemos, somos inocencia y amor puro, esto lo sabe todo el mundo. Nuestras experiencias en la vida, normalmente las dolorosas, hacen actuar al ego y éste, nos protege, nos aisla. Cuando nos encontramos ahí, en ese aislamiento, estamos viviendo bajo el miedo. Huimos del dolor sin saber que ello nos generará más dolor, y más miedo. El miedo engendra miedo. El ego, esconde nuestro brillo, bajo capas de barro miedoso. Hay veces que es necesario, nos tenemos que retirar para recomponernos, y continuar, reconocer ese estado de reposo es importante, darnos amor desde la aceptación de que lo estamos pasando mal. Aunque sabiendo siempre que somos oro en nuestro interior, con un fulgor y un brillo inigualable.

Elegir vivir desde el amor es arriesgado, toca balancear, MIEDO vs AMOR:

¿dónde eres más tu?, ¿qué te cuesta menos?, ¿dónde te sientes mejor?, ¿dónde disfrutas más?

El mayor ejercicio – esfuerzo, que hay que hacer en la ATENCIÓN PLENA – MINDFULNESS, es elegir vivir el momento presente. Una y otra vez, nuestra mente se va a empeñar en secuestrarnos hacia pensamientos del pasado y/o pensamientos del futuro, planes etc… y cuando nos damos cuenta de esto, podemos elegir, todas las veces que sea necesario, volver al Eterno Aquí y Ahora… o no.

Con el Miedo es igual, cuando lo tengas identificado y lo sientas, recuerda tu brillo interior, ese oro que eres en realidad, despoja tu ser del barro, y deja que ocupe el lugar para el cual nació.

Recuerda: el 99% de los miedos viven en nuestra cabeza y nunca se van a materializar.

Tenemos más de 60.000 pensamientos diarios al día, imagínate si más de la mitad son de miedos.

Cuando sientas miedo, elige volver al momento presente a través de la respiración.

Siente el aire entrando por tus fosas nasales, llenando tus pulmones.

Sé consciente de dónde estás, si estás sentad@, del lugar que te sostiene, de la ropa en contacto con tu cuerpo.

Y pregúntate, ¿este miedo es real?, ¿me siento seguro/a, ahora mismo?, ¿qué probabilidades de que se cumpla ahora mismo hay?, ¿puedo hacer algo para evitarlo?

Y actua en consecuencia.

En mi experiencia, muchísimas personas se dan cuenta de que el miedo no es real, pueden volver a sentirse seguras y a darse cuenta de que no es tan difícil.

Para terminar, hay una preciosa historia acerca de un buda de oro macizo, está en Bangkok, en el templo de WAT TRAIMIT. Hace siglos, los tiempos eran muy bélicos, muchas incursiones en territorios para conquistarlos. Los monjes del templo decidieron cubrir su buda de oro macizo, de 5.5 toneladas, con barro.

El tiempo pasó y esto se olvidó. El buda fue trasladado a otro templo, donde estuvo 20 años a la intemperie bajo un techado. Hasta, que en 1955, los monjes decidieron hacer obras en el templo y reubicar al antiguo buda en el interior, para protegerlo.

Una grúa llegó para moverlo, con tal fatalidad que uno de los cables cedió, el buda fue al suelo. Decidieron dejarlo ahí, hasta el siguiente día. Sin saber que la noche sería tormentosa y lluviosa en extremo. A la mañana siguiente, el monje superior del templo, se acercó al buda, para evaluar los posibles daños que hubiese hecho la lluvia en la figura. Cuando llegó, toda la superficie del buda estaba resquebrajada, el triste monje atisbó entonces un brillo inusual en la estatua, comenzó a quitar el barro, haciendo las grietas más grandes, y dejando ver la brillante y lisa superficie del buda de oro.

El barro es nuestro ego, el miedo al dolor. El interior, el amor, tu esencia, tu centro, lo que tu eres, por mucho barro que haya encima, siempre permanecerá intacto, con todo su valor, reluciendo, alumbrando a los demás.

¿Qué quieres para tu vida?, ¿dónde prefieres vivir/estar?, ¿te tratas acorde al valor que tienes? todo depende de ti, eres 100 por 100 responsable de tu vida.

Gracias por leerme.