Presencia VS Ausencia

¿Alguna vez te ha ocurrido que has querido ver una película, tenías el teléfono cerca, has visto una notificación, te has ido a leerla, y cuando has vuelto tu atención a la película ya te habías perdido el hilo de la misma?. Y, ¿ahora?, qué haces?, puedes rebobinar y ver lo que te perdiste, ¿verdad?. Y con tu vida, ¿puedes hacer lo mismo? No, ¿verdad?. De esta manera nos perdemos: películas, abrazos, besos, conversaciones, paseos, obras de teatro, trayectos al trabajo, duchas, comidas, desayunos, cenas, celebraciones, y un largo etc…

Estar PRESENTE, habitar nuestra vida día a día, momento a momento, estar enfocados en el aquí y ahora. Tendría que tener una asignatura troncal en nuestra educación. El Aquí y Ahora, es eterno. Siempre transcurre nuestra vida en el Aquí y Ahora. Hace un segundo ya pasó, dentro de un segundo aún no es, vivimos y estamos en el aquí y ahora.

La mente es maravillosa y poderosa, necesitamos saber como funciona, adiestrarla, aquietarla. Cuando somos incapaces de detener nuestro torrente de pensamientos y vamos saltando de un pensamiento a otro, otro, otro más y sigo saltando de pensamiento en pensamiento, como si fuera un mono saltando de rama en rama, esa es mi mente de mono, como la llaman los budistas.

Tenemos unos 60.000 pensamientos DIARIOS, y suelen repetirse, los pensamientos de ayer y los de hoy se parecerán bastante. Algunos serán exactamente iguales. Si estos pensamientos son negativos, se encuentran anclados en el pasado (causándonos tristeza) o en el futuro (donde sentimos ansiedad por lo que puede venir, preocupación) y nos alejan de lo que estamos viviendo en el aquí y ahora. O son pensamientos que nos increpan, nos hacen sentir mal, nos castigan, otro día hablaremos del juez interior, ¿cómo podemos sentirnos?, mal, muy mal, y cada vez peor.

¿Sabes de lo que hablo? Seguro que sí, que en muchas ocasiones sientes ese mono saltando de rama en rama o de pensamiento en pensamiento. Es agotador, y sólo queremos escapar, tener paz, calma.

Esa calma puede llegar, hay que trabajarla, de forma muy sencilla. Se llama MINDFULNESS, Aquí y Ahora, Atención Plena.

Podemos darle Mindfulness a nuestra mente de mono, inquieta y rebelde, para que aprenda otra manera de estar, para que se calme poco a poco y convirtamos nuestra mente en una Mente de Buey; tranquila, silenciosa, sin correr, donde es el buey el que elige simplemente ser.

Es posible, y la entrada a esta calma, la clave es nuestra RESPIRACIÓN.

Comienza cuando te apetezca, simplemente sientate, pies en el suelo, manos en las rodillas, cierra tus ojos, siente como el aire se desliza por tus fosas nasales, siente como se hincha tu vientre, ponte una mano en el vientre, para sentirlo mejor si te es complicado. Y cuenta respiraciones, cuenta hasta 10.

Todos los días, y me cuentas….